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La desigualdad de género es una de las barreras globales más apremiantes para el progreso social y económico y para el cumplimiento de los derechos humanos; por ello, lograr la igualdad de género y prevenir la violencia es fundamental para la misión de Equimundo.

A nivel mundial, las mujeres siguen sufriendo altos niveles de violencia y discriminación, y las brechas entre hombres y mujeres siguen siendo grandes en el hogar, en el trabajo y en la vida pública:

  1. La brecha en el cuidado: En ningún país del mundo la contribución de los hombres al trabajo de cuidados no remunerado es igual a la de las mujeres: las mujeres dedican entre 2 y 6,5 veces más tiempo cada día al cuidado de otros que los hombres a nivel mundial;[1]
  2. La brecha del empleo: Tres cuartas partes de los hombres en edad de trabajar están en la fuerza laboral, en comparación con la mitad de las mujeres en edad de trabajar a nivel mundial; los ingresos de las mujeres son 24% menos que los de los hombres, y esto se agrava cuando se consideran las intersecciones de identidad;[2]
  3. La brecha política: A pesar del rápido progreso, la brecha de género en la participación de las mujeres en la política es enorme –mayor que la de la salud, la educación y la economía– y se necesitarán 99 años para cerrarla.[3]

Si queremos cerrar estas brechas y erradicar definitivamente la violencia y la discriminación de género, los hombres tienen un papel fundamental que desempeñar. Deben colaborar con las mujeres para cambiar las normas, estructuras y políticas sociales que permiten que persistan estas desigualdades. La investigación de Equimundo, realizada durante más de 20 años y en más de 40 países, ha aportado información crucial sobre lo que piensan y cómo actúan los hombres en materia de igualdad de género.

Entonces, ¿qué nos dice nuestra investigación global sobre los hombres en lo que respecta a la igualdad de género?

  1. Incluso en los entornos más desiguales, siempre hay un segmento de hombres que apoya la igualdad de género. Por ejemplo, la Encuesta internacional sobre hombres e igualdad de género en Oriente Medio y el Norte de África (IMÁGENES MENA) encontraron que, si bien predominan las actitudes tradicionales sobre la igualdad de género, al menos 1/4 de los hombres tienen opiniones más abiertas y equitativas y apoyan la igualdad económica, social y política de las mujeres.[4]
  2. Más Los hombres educados que viven en zonas urbanas tienen más probabilidades de apoyar la igualdad de género, pero no siempre. Los hombres que apoyan la igualdad de género suelen ser más jóvenes, viven en zonas urbanas y tienen un nivel educativo más alto. Las historias personales, la influencia familiar —incluidas las dinámicas de género en el hogar de la infancia— y las circunstancias de vida son algunos de los factores que influyen en el apoyo de los hombres a la igualdad de género.[5]
  3. Las actitudes de género predicen comportamientos, pero no siempre. Las actitudes de los hombres sobre la igualdad de género son importantes y pueden predecir una variedad de comportamientos, incluido el uso de la violencia, la participación en tareas de cuidado, el uso de condones y la realización de pruebas de VIH.[6]
  4. Tener ideas dañinas sobre lo que significa ser un hombre, o estar “en la caja de los hombres”, está asociado con la comisión de acoso sexual. Un análisis reciente de datos de EE. UU., Reino Unido y México descubrió que los hombres que tenían las ideas más estereotipadas sobre lo que significa ser un hombre (que eran los más "en la caja de los hombres") tenían hasta 10 veces más probabilidades que aquellos con las ideas menos estereotipadas de haber acosado sexualmente en el último mes.[7]
  5. La violencia crea violencia. Los hombres que presencian o experimentan que sus padres usan violencia contra sus madres cuando eran niños tienen hasta 2,5 veces más probabilidades de usar violencia contra su pareja femenina más adelante en la vida.
  6. El cuidado crea cuidado. Los hombres cuyos padres participaron por igual en el cuidado y el trabajo doméstico tienen aproximadamente 1,5 veces más probabilidades de hacer lo mismo que aquellos que no tuvieron ese ejemplo.[8]
  7. Los hombres (y sus parejas) en relaciones de igualdad de género son más felices y más saludables. La igualdad de género beneficia a todos los miembros del hogar: mujeres, niños y niñas, y a los propios hombres. Por ejemplo, los hombres que afirman estar más involucrados en la vida de sus hijos viven más, tienen menos problemas de salud mental y se declaran más felices que los hombres que no están conectados.[9]

Existen soluciones y mecanismos prometedores para incentivar el apoyo de los hombres a la igualdad de género a través de diversos puntos de entrada. El trabajo para involucrar a los hombres en la igualdad de género debe basarse en los derechos humanos, tener información feminista y debe trabajar para desafiar y cambiar activamente los estereotipos de género dañinos.

Una programación con una duración adecuada, que ofrezca oportunidades para que los participantes identifiquen y cuestionen estereotipos de género nocivos y practiquen nuevos comportamientos, puede ser eficaz para cambiar las actitudes y los comportamientos de los hombres en apoyo de la igualdad de género.

Por ejemplo, los programas de discusión grupal de Equimundo con hombres jóvenes (junto con mujeres jóvenes) – Programa H Se ha adaptado en 34 entornos con parejas. Las evaluaciones han mostrado resultados que van desde actitudes y comportamientos más equitativos en términos de género en general hasta una mejor comunicación en la pareja, la reducción de la violencia de género y una mejor actitud en torno al cuidado.[10]

Trabajar con hombres como padres puede ser una vía clave para involucrarse y cambiar las normas apremiantes en torno a la desigualdad en el cuidado no remunerado y otros problemas. El programa de Equimundo para nuevos padres y parejas... Programa P – se ha adaptado en más de 10 contextos. A ensayo controlado aleatorio Recientemente se descubrió que los hombres que participaron en el programa, casi dos años después, usaban menos violencia que aquellos que no participaron, entre una variedad de otros resultados positivos.[11]

Estos esfuerzos programáticos deben implementarse junto con campañas comunitarias, asociaciones institucionales y esfuerzos de promoción locales, nacionales e internacionales para maximizar su impacto.


[1] Estado de los padres del mundo 2017, MenCare
[2] El progreso de las mujeres en el mundo 2015-2016, ONU Mujeres
[3] Informe mundial sobre la brecha de género 2017Foro Económico Mundial
[4] IMÁGENES MENAEquimundo y ONU Mujeres
[5] Encuesta internacional sobre hombres e igualdad de género (IMAGES), desarrollado por Equimundo y ICRW
[6] IMÁGENES, Equimundo
[7] Desenmascarando el acoso sexual, Equimundo
[8] Estado de los padres del mundo 2015, MenCare
[9] Estado de los padres del mundo 2015, MenCare
[10] Programa H, Equimundo
[11] Programa P, Equimundo
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