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Se lanzan Equimundo y la Fundación Roble Normas masculinas y violencia: estableciendo conexiones, un nuevo informe que examina los vínculos entre las normas masculinas dañinas y ocho formas de comportamiento violento, el 24 de abril de 2018.

La presentación del informe, que combina una revisión de literatura con evidencia programática y aportes de expertos en prevención de la violencia, coincidió con la presentación de Equimundo. El futuro de la hombría Evento que celebra 20 años de trabajo para involucrar a hombres y niños en el avance de la justicia de género.

Hallazgos clave

El informe concluye que la identidad masculina y las normas masculinas están innegablemente vinculadas a la violencia, y que los hombres y los niños tienen una probabilidad desproporcionada de perpetrar la mayoría de las formas de violencia y de morir por homicidio y suicidio. Los niños y los hombres suelen ser criados, socializados y alentados a ser violentos, dependiendo de su entorno social y condiciones de vida.

¿Por qué los hombres y los niños tienen una probabilidad desproporcionada de perpetrar tantas formas de violencia, así como de sufrir ciertas formas de violencia? Para añadir una nueva dimensión a la compleja respuesta, este informe explora las "normas masculinas" —los mensajes, estereotipos e instrucciones sociales relacionados con la hombría— como factores cruciales que impulsan la violencia masculina.

El informe describe cinco procesos a través de los cuales las normas masculinas moldean la probabilidad de que los hombres y los niños experimenten o perpetren violencia: (1) alcanzar una hombría socialmente reconocida, (2) vigilar el desempeño masculino, (3) “generizar” el corazón, (4) dividir espacios y culturas por género, y (5) reforzar el poder patriarcal.

Examina ocho formas de comportamiento violento en relación con las normas masculinas:

  1. Violencia de pareja: Las normas sociales sobre la hombría a menudo enseñan a los hombres y a los niños que deben exhibir un poder y un control desiguales sobre sus parejas íntimas, incluso mediante el uso de la violencia.
  2. Violencia física contra niños (por parte de padres o cuidadores): La violencia en el hogar infantil es un medio fundamental por el cual los niños ven, aprenden e internalizan los desequilibrios jerárquicos de poder entre y dentro de los géneros. También puede ser un mecanismo mediante el cual los padres controlan el desempeño de género de sus hijos e hijas.
  3. Abuso y explotación sexual infantil: Las normas de género que asocian la hombría con la destreza heterosexual y con el acceso y control de los cuerpos de mujeres, niñas y niños pueden contribuir a la perpetración de abuso y explotación sexual infantil por parte de los hombres.
  4. Acoso escolar: Las masculinidades suelen ser la causa del acoso escolar. Las investigaciones sugieren que las conductas de acoso suelen tener causas comunes: el deseo del agresor de demostrar poder y control sobre la víctima y el uso de la violencia o la intimidación para imponer la conformidad de género.
  5. Homicidio y otros delitos violentos: Las estadísticas de delincuencia muestran sistemáticamente que los hombres perpetran delitos violentos de forma desproporcionada y, a menudo, se dirigen a víctimas masculinas. Las investigaciones apuntan a un ciclo arraigado de violencia vinculado a la identidad de género masculina. Los hombres y los niños suelen recurrir al delito de diversas maneras para demostrar o demostrar su logro de cierta forma de masculinidad.
  6. Violencia sexual fuera de la pareja: Los chistes, los programas de televisión, las leyes, los anuncios comerciales y muchas otras fuerzas culturales se combinan para, muy a menudo, crear una realidad que algunos llaman “cultura de la violación”, donde la violencia sexual de los hombres contra las mujeres parece una parte normal, incluso inevitable, de la vida.
  7. Suicidio: A nivel mundial, los hombres tienen casi el doble de probabilidades de morir por suicidio que las mujeres. Las sociedades que instan a los hombres a reprimir sus emociones contribuyen a una crisis de conexión entre ellos, lo cual podría desempeñar un papel menor en impulsar este fenómeno. El acto de suicidio también puede interpretarse como una acción masculina o masculinizada, lo que podría explicar por qué los hombres son más propensos a usar medios de muerte inmediata, como las armas de fuego, al intentar suicidarse.
  8. Conflicto y guerra: Además de la enorme pérdida de vidas (de todos los géneros) que acompaña a los conflictos políticos y sus largas secuelas, la investigación también demuestra cómo la cultura militarizada en general está arraigada en una jerarquía de género en la que se valora lo masculino a expensas de lo femenino.

Estos titulares representan sólo una pequeña visión de las conexiones investigadas en el informe completo, que insta a los investigadores, programadores, formuladores de políticas, donantes y otros que responden y previenen la violencia en todo el mundo a incorporar de manera más efectiva una comprensión del poder patriarcal y las normas masculinas dañinas en su trabajo. Normas masculinas y violencia: estableciendo conexiones Proporciona recomendaciones clave para mejorar las prácticas futuras, aprovechando las ideas del informe.

Lea el informe completo aquí.

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