Resulta que mi experiencia es bastante universal: nuestra salud emocional se ve afectada por el aislamiento. La mayoría no sabemos cómo gestionar nuestra salud mental, sobre todo los chicos.
Como fundador de Hablar con Zach, una plataforma de bienestar de la Generación Z dirigida a hombres jóvenes, soy muy consciente de cómo piensan y sienten los chicos que me rodean. Considero que el problema más agobiante de la salud mental masculina es que... rara vez nos abrimosNuestro lema es “No podemos cambiar lo que no hablamos”, y durante el mes de la salud mental masculina, esto es especialmente crucial.
Lamentablemente, a la mayoría de nosotros no nos enseñan cómo manejar nuestra salud emocional y los recursos existentes no brindan a los estudiantes universitarios las herramientas que necesitamos para serlo. emocionalmente fluidoNecesitamos aprender a fomentar el apoyo diario entre nuestros compañeros, creando un red de atención.
La universidad puede ser un lugar difícil para pedir ayuda
La masculinidad tradicional rechaza la debilidad, lo que nos dificulta pedir ayuda o admitir que estamos pasando por un momento difícil. En cambio, nos esforzamos por parecer estoicos, tranquilos y serenos en todo momento, lo cual no solo es poco realista, sino que perjudica nuestro bienestar.
Al crecer, a menudo escuchamos frases como "sé hombre" o "los chicos no lloran". Claro, recuperarse de una caída jugando al fútbol americano desarrolla resiliencia, pero se vuelve problemático cuando los chicos lo hacen simplemente para parecer duros. Cuando nos dicen que no podemos llorar, atrofiamos nuestra madurez emocional y nos cuesta más procesar estos sentimientos más adelante.
Esta actitud se intensifica durante la universidad, cuando estamos experimentando el período de transición más grande de nuestras vidas.–Pasamos de la comodidad de nuestros hogares infantiles al mundo real. Por primera vez, somos verdaderamente independientes, y con ello viene la presión de actuar según los estereotipos de hombres que nos imponen los adultos y las normas culturales.
El cuidado ya está ocurriendo, pero no siempre lo llamamos así
Los chicos evitan rápidamente parecer demasiado sentimentales, pero en realidad nos cuidamos y compartimos nuestras emociones más de lo que creemos. Ya sea que estemos pendientes de alguien más callado de lo habitual, escuchando a un amigo desahogarse sobre un día difícil o escuchando sobre una ruptura reciente, ya estamos apoyando a nuestros compañeros. Entonces, ¿por qué no hacer más?
Estos no son sólo gestos agradables–Son actos reales, atención significativaNecesitamos empezar a llamarlos así. Al normalizar estas interacciones, creamos una cultura donde cuidarnos unos a otros no es algo extraordinario.–Es una forma básica de conexión. He notado que muchos jóvenes no saben exactamente cómo actuar en momentos emocionalmente vulnerables, pero cuanto más tengamos, más cómodos nos sentiremos.
Construyendo una cultura donde el cuidado se sienta normal
Recibir atención es tan importante como brindarla, y a menudo resulta bastante abrumador. Pedir ayuda no es vergonzoso ni debilidad. En mi experiencia, solo las personas más fuertes y seguras que conozco se sienten lo suficientemente seguras como para hacerlo. Aprende a hablar sobre una mala racha que estés atravesando, a decir que te sientes agotado o incluso a buscar servicios profesionales. Algunos de los momentos más conmovedores que he vivido en Talk With Zach son cuando los chicos finalmente se sinceran.
Afortunadamente, la Generación Z está empezando a conversar sobre bienestar. Al tener conversaciones más profundas, encontrar el poder en la comunidad y saber escuchar, nuestra generación se fortalece mentalmente.
El papel de las universidades en la ayuda a los estudiantes
Los campus universitarios cuentan con amplios recursos de salud mental, pero los estudiantes no siempre los encuentran. Al promocionar la salud emocional como un bienestar general que todos afrontan, en lugar de como una enfermedad grave, los estudiantes estarán más dispuestos a aprovechar estos servicios.
También insto a los campus a crear foros de diálogo y conversación, donde las personas se sientan cómodas siendo ellas mismas y abriéndose.
Al mirar hacia los tres años que me quedan de universidad y más allá, sé que cambiar el panorama de la salud mental no ocurrirá de la noche a la mañana. Pero sé que no tengo que tenerlo todo resuelto. Dar la cara por mí mismo y por mis compañeros, simplemente predicar con el ejemplo, es suficiente para tener un impacto en mi comunidad. En eso consiste la atención.

Zach Gottlieb, fundador de Hablar con Zach
En Equimundo, nuestra campaña "Haz Espacio para el Cuidado" pone de relieve el papel crucial que desempeña el cuidado en la salud y el bienestar masculino. Es hora de dejar atrás los estrechos guiones de la masculinidad que los mantienen callados y enfermos, y dar paso a nuevas formas de ser: donde pedir ayuda es valiente, expresar emociones es fuerte y cuidar de uno mismo y de los demás es parte de lo que significa ser hombre.
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