
En el contexto del conflicto armado y la inestabilidad política en la República Democrática del Congo (RDC), el Living Peace Institute (LPI) trabaja para lograr la paz sostenible y la igualdad de género en todos los niveles de la sociedad.
Basándose en los resultados de la Encuesta Internacional sobre Hombres e Igualdad de Género (IMAGES), Equimundo y el Institut Supérieur du Lac desarrollaron el modelo Vivir la Paz: sesiones de debate grupal que promueven la masculinidad positiva y desarrollan estrategias de afrontamiento no violentas para personas en comunidades posconflicto. Los últimos hallazgos indican que el proyecto beneficia a los hombres, sus familias, las comunidades y la sociedad en las provincias de Kivu del Norte y Kivu del Sur, en el este de la República Democrática del Congo. «Vivir la Paz ayudó a las familias a unirse», afirmó un líder comunitario de Kivu del Sur.
Antes de este proyecto, 2014 Investigación de IMÁGENES Un estudio realizado en la República Democrática del Congo destacó las múltiples vulnerabilidades de mujeres, hombres, niños y niñas como resultado de los conflictos persistentes, la pobreza persistente, la limitada intervención estatal y la generalización de normas inequitativas. La investigación también confirmó una fuerte relación entre los hombres que experimentan o presencian violencia y trauma en situaciones de conflicto y la posterior perpetración de violencia en el hogar.
El enfoque de Paz Viviente aborda las necesidades psicológicas y sociales de hombres, mujeres y familias afectadas por la violencia y busca prevenir la violencia sexual y de género (VSG) trabajando con hombres y niños para transformar las normas masculinas nocivas. Parte del enfoque incluye la colaboración con instituciones públicas como el sector salud, la policía, el ejército y otros proveedores de servicios clave para determinar la mejor manera de integrar este enfoque basado en la evidencia en los servicios existentes.
El proyecto trabaja con hombres percibidos o comprobados como violentos, incluyendo a quienes han ejercido violencia sexual o de género, abordando sus experiencias traumáticas y facilitando una reflexión crítica sobre su comportamiento. A lo largo de 15 sesiones semanales, se anima a los hombres a adoptar nuevas perspectivas sobre la masculinidad y lo que significa ser hombre, y a centrarse en su capacidad y responsabilidad para promover la seguridad, la paz y la igualdad de género, en colaboración con las mujeres. Entre 2016 y 2018, LPI organizó 337 sesiones grupales en 48 comunidades y atendió a 5055 hombres y mujeres en Kivu del Norte y Kivu del Sur.
En 2018, InFocus realizó una evaluación externa de LPI, utilizando una combinación de datos primarios recopilados por el equipo de evaluación de InFocus y datos secundarios recopilados por LPI. El proceso de evaluación incluyó grupos focales y entrevistas con informantes clave, con participantes del proyecto LPI y sus socios, personal y consultores de LPI, y actores clave.
Según la evaluación, los participantes del programa LPI informan:
- Mejoras en su salud mental y física y en la de sus parejas.y una disminución del consumo de alcohol y otras drogas. Los participantes también informan que utilizan nuevas estrategias para gestionar sus emociones, además de sentirse más respetados y mejor integrados en sus comunidades.
- Disminución del uso de la violencia, incluyendo violencia física contra esposas e hijos, por parte de participantes masculinos (y, en algunos casos, mujeres). Además, los hombres afirman valorar más el consentimiento sexual y adoptar actitudes más positivas y tolerantes hacia las sobrevivientes de agresión sexual. Los participantes también reportan una disminución en la violencia económica, ya que los hombres comparten el dinero y la toma de decisiones financieras con sus parejas. Los hombres también reportan una mayor participación en las tareas domésticas y de cuidado infantil, lo que se traduce en mejores resultados socioeconómicos, de salud, psicológicos y sociales para las mujeres, los niños y las familias.
- Mejores relaciones entre la policía y la comunidadLas sesiones de grupos de apoyo realizadas con oficiales militares y policiales, a través de las cuales la policía aprende estrategias no violentas para enfrentar los conflictos, han apoyado la creación de relaciones más pacíficas con las comunidades.
- Amplia difusión de la metodología LPI por personas que ya se han unido a los grupos y ahora están asumiendo roles de liderazgo y asesoramiento en sus comunidades.
- Compromisos claros de la policía, representantes militares y organizaciones de la sociedad civil integrar más profundamente la metodología LPI en su trabajo para abordar la violencia sexual y de género, debido a los altos niveles de satisfacción con los resultados del proyecto.
El proyecto Living Peace demuestra el inmenso potencial de las intervenciones basadas en la evidencia y la comunidad, y que responden a las necesidades. Estos proyectos también demuestran que involucrar a los hombres como aliados de las mujeres y las niñas puede transformar las normas de género perjudiciales y contribuir a la igualdad de género.
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